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A todos nos encanta el ritual de servir una copa de vino y degustarla. Si es un Alba en los Andes, mejor. Pero lo que pocos saben es que para poder obtener las uvas que permiten elaborar dicha bebida, es importante que las plantas se desarrollen de la mejor manera, al igual que las tareas y cuidados que se realizan sobre ellas.

De abril a abril, el ciclo biológico de la vid se repite. Durante el mismo, la planta transita un proceso de cambios que van formando al fruto hasta su posterior cosecha. En cada una de las etapas se debe realizar un control minucioso, ya que, como confiesa nuestro Ingeniero Agrónomo, Marcelo Canatella, “la calidad lograda en cada botella es una suma de detalles en los trabajos realizados”.

¿Cómo es el ciclo biológico de la vid y qué tareas realizan los expertos ?

Su ciclo de vida comienza en abril con el inicio de las bajas temperaturas. Con las primeras heladas, que suelen suceder a mediados de mayo, la vid pierde completamente sus hojas y se aprecia la apariencia de “agostamiento” de los brotes. La planta entra en reposo invernal y es momento de realizar la poda, tarea que transcurre entre junio y agosto, y que determinará la producción del año.

“En Alba en los Andes, conducimos nuestros viñedos en “espaldero alto” y podamos en “cordón de pitones” dejando aproximadamente un pitón de 2 yemas cada 14 cm”, detalla Marcelo respecto a dicha labor. 

El ciclo de vida de la planta dura de abril a abril.

Al mermar las temperaturas invernales, la savia comienza a fluir por los haces vasculares de la planta y aparece en forma de gota en los brotes cortados durante la poda. Es por eso que se dice que la planta “llora”. Esta etapa es la primera manifestación de que la vid tiene nuevamente actividad luego de su largo período de descanso. 

Una vez que toda la planta comienza a activarse, aparecen los tallos nuevos que se convertirán en hojas y las yemas comienzan a generar los brotes que serán donde más tarde aparecerán los frutos. A medida que la planta continúa creciendo y se va formando, se le realizan trabajos de acomodo.

“La brotación se produce en las yemas de los pitones “pensadas durante la poda”, pero además en troncos y brazos. La tarea de desbrote consiste en eliminar esos brotes que no habían sido pensados por el podador, dejando exclusivamente 14 a 16 por metro. Esta tarea requiere realizarse 2 veces (mediados de octubre y principios de diciembre)”.

Marcelo Canatella, Ingeniero Agrónomo, Alba en los Andes.

Otro de los trabajos que se ejecuta durante esta etapa es el despampanado, donde se cortan los brotes más largos que superan el último alambre que los guía. Para ello, se realiza un despunte que restringe el crecimiento y promueve que la planta comience a enviar reservas al racimo. 

Llegando al final del proceso

Ya entrada la primavera, la vid arranca su periodo de floración y cuaje, etapa fundamental para la producción del fruto. Dependiendo de diversos factores, se van a desarrollar más o menos flores, y dependiendo de la tasa de cuaje de las mismas, vamos a obtener mayor o menor cantidad de uvas.

Posterior a eso, el fruto comienza a atravesar distintas etapas en camino al momento de cosecha. Uno muy importante es el envero, momento en que las uvas mudan del color verde característico al fruto pequeño, recién fecundado, al violeta para las tintas o amarillo para las variedades blancas. En este periodo, se efectúa un control hídrico en la vid que promueve la acumulación de polifenoles en la baya. Además, en el caso de vinos tintos de alta gama, se realiza un raleo de racimos dejando uno o dos por brote, con el objetivo de promover la concentración buscada.

El ciclo biológico de la vid y el trabajo anual en el viñedo
El envero, es el momento en que las uvas pasan del color verde característico al violeta, para las tintas, o al amarillo para las variedades blancas.

A partir de allí, los expertos testean las uvas continuamente para determinar el momento óptimo para su cosecha, que, como ya hemos contado, dependerá del tipo de vino que se desee producir y está supeditada a la concentración azucarina, de ácidos y de ciertas sustancias fenólicas.

Finalmente, posterior a la vendimia y con la llegada de los primeros fríos, la planta comienza a prepararse para pasar nuevamente el período invernal. 

Así finaliza el ciclo biológico de la vid y también el arduo trabajo de los expertos que se mueven a la par. Posteriormente, todo volverá a comenzar para los dos, año tras año, vendimia tras vendimia.

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