Si caes en la cuenta de que pasaron varios días desde que guardaste tu botella de vino abierta, ¡no entres en pánico ni la tires! Te contamos pequeños secretos y tips para que vos mismo puedas saber hasta cuando podes consumirla.
Muchas veces, cuando nos encontramos frente a una botella a la que le queda vino decidimos guardarla, pero, a veces, pueden pasar unos cuantos días hasta que nos acordamos que sigue en el mismo lugar. Al descubrirla, frente a la duda, decidimos tirarla sin ser conscientes de que quizá, todavía, sea un vino que podemos seguir disfrutando. Hay muchas personas que aún no saben que el vino es una bebida inocua y que por eso se lo puede tomar incluso 4 o 5 días después de haber sido abierto.
Sí es cierto que en el transcurso de esos días y aún con el corcho correctamente colocado y con todas las condiciones correctas de guardado, las propiedades que el vino tenía antes de ser descorchado se modificaron. Con todas estas alteraciones, el vino de hoy es distinto al de ayer y también al de mañana. ¿Eso significa que se descompuso? La respuesta es que no porque el vino no se descompone, sino que evoluciona. En esa evolución el vino entra en contacto con el oxígeno y adquiere un color poco seductor, algo oxidado y un aroma un tanto apagado. Y entonces ¿por qué decidimos descartarlo?
Por razones organolépticas, no porque de verdad el vino esté en mal estado y no sea apto para tomar
Bernardo Bossi Bonilla, enólogo Alba en los Andes.
¿QUÉ VINOS EVOLUCIONAN MEJOR?
Para adaptarse a ese proceso, cada vino tiene mayores y menores defensas. Los vinos tintos, por tener más carga tánica que los blancos se oxidan con mayor lentitud pudiendo permanecer abiertos y en condiciones de ser consumidos, alrededor de 5 días. No así los vinos blancos que pueden permanecer abiertos hasta un período máximo de 3 días. También evolucionan muy bien los espumantes, que, por la presencia del gas carbónico que desplaza al oxígeno, resisten y están más protegidos.
¿CUANDO DESCARTAR UNA BOTELLA DE VINO?
Cuando el vino perdió alguna de sus características -desde que lo descorchamos- es posible seguir consumiéndolo en un período de entre 3 y 5 días, incluso aunque sintamos que su sabor y aroma no son los mismos. En cambio, si tomo media botella de mi vino y la dejo abierta durante una semana, es probable que mi bebida comience a avinagrarse por la acción de bacterias no deseadas que van comiendo el alcohol y lo transforman en vinagre. Al tomarlo vamos a sentir en la boca un sabor agrio y ácido que indica que el vino se descompuso y que ahora sí es momento de tirarlo.
En conclusión, como ya dijimos en otros artículos, es falso el mito de “botella abierta, botella muerta”. Si abriste una botella de vino, podés guardarla para seguir disfrutando y brindando ¡durante un par de días más!