Ninguna botella de vino es igual a otra. Los factores externos como el clima, el terroir, la cepa seleccionada y la madurez de la uva al momento de ser cosechada hacen que año a año los vinos vayan cambiando su sabor. Sin embargo, algo que se mantiene intacto en el tiempo es la calidad de los productos que ofrece Alba en los Andes.
Es indiferente si se busca un vino para todos los días o si se elige para convertirlo en el gran protagonista de la mesa, en Alba en los Andes se pueden encontrar, a través de todas las cualidades propias de la bebida, un producto acorde a lo que se espera de cada segmento y a un precio razonable.
Un buen vino debe satisfacer las expectativas que un consumidor se crea cuando elige pagar por ese producto. En esa idea se basa el enólogo de la bodega, Bernardo Bossi Bonilla:
“Cuando voy a buscar un vino para todos los días espero que tenga buena acidez, que no sea demasiado complejo y todo lo contrario si voy a buscar un vino para tomar un viernes a la noche. Ahí busco algo más estructurado, donde le doy mayor protagonismo y preparo una comida en función del vino que elegí”.
Bernardo Bossi Bonilla.
Un consumidor que se para frente a una góndola y elige una botella entre tantas, es porque cree que va a ser la indicada para determinado momento. Marcelo Canatella, Ingeniero Agrónomo, sabe que el gran secreto para posicionarse en el mercado vitivinícola es ofrecer un buen producto. “Un vino puede entrar por su etiqueta y su packaging, pero eso es la primera botella, para que te compren la segunda tiene que tener una relación precio-calidad adecuada. Por eso, en Alba en los Andes buscamos que la experiencia de beberlo lo deje satisfecho para que nos siga eligiendo”.
La propuesta de Alba en los Andes: vinos de calidad a precio razonable
La gran ventaja que tiene Alba en los Andes es su terroir. Su finca está ubicada en el Valle de Uco al pie de la cordillera de los andes, sobre la Ruta Provincial 89 (conocida como la ruta del vino), una de las rutas icónicas de la vitivinicultura mendocina y argentina. El trabajo que se realiza en los viñedos es sumamente artesanal, lo que implica conocer la finca, caminarla, interpretarla y poder conseguir una materia prima de excepción. Como resultado, todo el potencial del terroir, sumado a un excelente manejo y vinificación, hace que puedan posicionarse dentro de los grandes vinos del mundo.
En su portafolio ofrecen un vino para toda ocasión, con las cualidades propias de cada segmento. Alba en los Andes Finca es la línea “premium entry”, una bomba de frescura y fiel representante del terroir mendocino. En un segmento superior se encuentra Alba en los Andes Estate Reserve, una bebida con cuerpo, con buena acidez y con mucha complejidad, de esos vinos que te acompañan durante toda la cena porque su sabor va cambiando con cada sorbo. Por último, el ícono de la bodega que es La Mujer, un blend con alma de Malbec y con pinceladas de las mejores variedades de cada cosecha.
El consumidor que elige Alba en los Andes debe saber que en cada botella va a experimentar los atributos que las tierras andinas les imprimen a las cepas. Poder sentir que está a los pies de los Andes cuando se degusta un Alba, demuestra la calidad que los caracteriza.