¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DE LA BARRICA EN LA ELABORACIÓN DEL VINO?
Cuando se trata de la creación de vinos excepcionales, hay un componente que desempeña un papel crucial: las barricas
Estos recipientes de madera han sido utilizados durante siglos en la vinificación. Al comienzo como medios para la transportación del vino y luego como herramientas para su maduración y envejecimiento.
Desde que se planta un viñedo hasta tener en las manos una copa con un buen vino esperando a ser bebido, hay una serie de procesos que conllevan paciencia y dedicación. Uno muy importante es el reposo del vino, como mencionamos antes, en las barricas.
En la enología la única madera permitida para la construcción de barricas es el roble francés, americano o del este europeo. Cada uno de ellos, libera una serie de componentes que le aporta al vino distintos aromas y sabores dependiendo de su cualidad. Esto da lugar a una mayor complejidad y profundidad en el perfil de sabor, haciendo que el vino sea más interesante y placentero al paladar. Existen también distintos tipos de tostados, que es el proceso en el que se aplica fuego en el interior de la barrica para equilibrar su calor y humedad. Cada tonelería trabaja con una codificación o un estilo diferenciado; tuestan a fuego directo, parte de la barrica o simplemente no lo hacen. Se trata de diferentes tecnologías o ideas aplicadas al tostado y cada una de ellas le da diferentes características al vino.
En Alba en los Andes utilizamos roble francés, originario de distintos bosques de ese país y las barricas tienen una capacidad de 500 litros, lo que permite un mayor añejamiento sin que la madera invada por completo las características del vino. Además, nuestros enólogos, en lugar de elegir notas directas como la vainilla o el dulce de leche, eligen barricas con notas especiadas y de tabaco para obtener vinos más complejos.
Otra reacción que se lleva a cabo en los procesos de maduración en barricas es la denominada microoxigenación. A través de los poros de la madera, el vino almacenado tiene un contacto suave con el oxígeno. Este proceso gradual puede ayudar a suavizar los taninos, mejorar la estabilidad del color y contribuir al envejecimiento del vino.
La elección de barricas, es una tarea compleja llevada a cabo por los enólogos. Ellos evalúan cuál es la mejor madera para el tipo de vino que pretendan crear, ya que cada una le aportará distintas cualidades al producto final. Las barricas permiten crear perfiles de vinos únicos y singulares. Por ejemplo, para el Gran Reserva Malbec de Alba en los Andes, colocamos porcentajes del producto en barricas de distintos bosques y tostados. Al cabo de doce meses obtenemos diferentes vinos que al unirlos damos con un vino de mayor complejidad.
Los enólogos realizan seguimientos y análisis constantes. Evalúan sensorialmente cada barrica más de tres veces para chequear si el producto está adquiriendo el perfil deseado. De lo contrario se comienzan a explorar las otras posibles variables.
La condición ideal para una sala de barricas, es mantener un ambiente fresco, temperaturas bajas y humedades de más del 60% para evitar pérdidas de vino. Por otro lado, el momento de la higiene de barricas y la limpieza integral del sector es fundamental.
Cada vez que disfrutas de una copa de vino, recuerda que detrás de su complejidad y sabor hay un proceso en el que los enólogos y las barricas desempeñan un papel vital.